La variedad de climas y
la morfología del territorio Chileno le dan al país un carácter único y lo
convierten en uno de los lugares más fascinantes del planeta. En sus 4.200km de
longitud, donde un 50% de la flora y un 20% de la fauna es endémica, se
encuentran 33 Parques Nacionales, 49 Reservas y 16 Monumentos Nacionales, o, en
otras palabras, todo un mundo por descubrir.
LAGO LLANQUIHUE
El Lago
Llanquihue es el segundo lago más grande de Chile, sólo después del Lago General
Carrera. Son muchos los lugares interesantes que se encuentran al borde del
lago y es posible recorrerlos a través de un circuito repleto de paisajes
difícil de describir, que tienen siempre como protagonista el imponente volcán
Osorno, además de sus hermosas aguas, aptas para la práctica de deportes
náuticos. El circuito completo alrededor del lago recorre 186 kilómetros, más
de la mitad pavimentados, y se puede comenzar por cualquiera de las ciudades
ribereñas. Comenzando el recorrido por la ruta costera desde Puerto Varas a Ensenada, se continúa
bordeando el lago, rumbo al norte, llegando al Parque Nacional Vicente Pérez
Rosales, un kilómetro después se llega a la laguna verde, que puede ser
recorrida a pie.
ISLA DE PASCUA-RAPA NUI
Isla de
Pascua, denominada por sus habitantes Rapa
Nui o Te Pito Te Henua, es la
isla habitada más remota del mundo. En ella se desarrolló una de las culturas
más complejas -comparable con grandes culturas megalíticas (egipcia, inca,
maya)- en condiciones extremas de aislamiento. Mito
y realidad se confunden en este territorio que dio origen a una cultura
extraordinaria, y convierten a Rapa Nui en un valioso tesoro arqueológico
que traspasa las fronteras de Chile. El Parque
Nacional Rapa Nui fue designado por la UNESCO
en 1995 como Patrimonio de la
Humanidad, y la
Isla de Pascua es considerada el museo al aire libre más
grande del mundo; sorprende por sus centros religiosos-políticos dedicados a
los espíritus de los antepasados, quienes eran deificados y representados en
estatuas megalíticas o Moai; más de 600 Moai y 270 Ahu o altares decoran todo
el borde costero y parte del interior.
MONUMENTO NACIONAL EL MORADO
A 93km
al sudeste de Santiago,
y a 2 horas y media en automóvil, en medio de la belleza y grandeza de los Andes Centrales, se
encuentra un impresionante despliegue de nieves perpetuas, montañas majestuosas
y el imponente volcán San José,
con los cóndores sobrevolando la inmensidad. El área de El Morado se
caracteriza por la presencia de
especies nativas de flora y fauna de gran relevancia desde el punto de
vista escénico, cultural y científico. Con variada vegetación herbácea, de
coloridas flores y fuentes hidrominerales, es apto para practicar diversas
actividades como cabalgatas, excursionismo y montañismo. Destacan las cumbres
del Cerro Morado, con cascadas,
lagunas, ríos y el espectacular glaciar colgante San Francisco, cuyos hielos perpetuos dan origen a la laguna del Morado; una postal única
de toda su belleza.
AVISTAMIENTO DE BALLENAS
Entre
diciembre y mayo distintas especies de cetáceos se reúnen a lo largo de la
costa chilena para alimentarse. Desde el extremo norte y hasta la Antártida,
los sitios de avistamiento varían, desde lugares destinados únicamente a la
investigación científica hasta áreas en las que cualquiera puede disfrutar con
esta alucinante presencia. En Arica se dejan ver cachalotes y ballenas rorcuales a unos 20km de la costa. Un poco
más al sur, frente a la
Caleta Chañaral, las
ballenas australes, azules y francas se acompañan por delfines nariz de botella
y pingüinos de Humboldt. Puñihuil,
en Chiloé,
es una pequeña y poco conocida caleta, donde irónicamente se logran ver los
animales más grandes de la
Tierra: las ballenas
azules; estos grandes mamíferos también se asoman en Melinka, un pequeño
poblado de la región de Aysén. Y en enero y febrero llegan las jorobadas al Estrecho de Magallanes.
SIETE LAGOS
Desde
el lago Calafquén por el norte
hasta la cuenca del Ranco, por el
sur, se extienden los “Siete Lagos”. Volcanes y glaciales han esculpido una
geografía tan diversa como sorprendente por su variedad de formas y colores. "Destino Sietelagos"
constituye la cuenca hidrográfica más grande de Chile, donde ríos y esteros se
interconectan con los grandes lagos de
Panguipulli, Calafquén, Pirehueico, Pellaifa, Riñihue, Neltume y Pullinque; destaca
su naturaleza milenaria, característica del sur de Chile, con decenas de
centros termales, saltos de agua y más de 60 hectáreas de bosque
siempre verde, muy propio de la selva valdiviana.
GEISERS DEL TATIO
El
Tatio se encuentra entre los tres
lugares con mayor cantidad de géiseres en el mundo, alcanzando el 8% del
total de emanaciones del planeta. El sitio conforma, sin duda, uno de
los espectáculos naturales más asombrosos. Su entorno desértico y la imponente
belleza de Los Andes dan lugar a un paisaje de increíble belleza. En las
primeras horas de la mañana aparecen impresionantes columnas de vapor producidas
por las altas temperaturas de sus acuosos cráteres. Tonalidades amarillas,
púrpuras, rosas y lavanda del suelo, y azules anaranjados del cielo al
amanecer, resaltan entre las columnas de vapor que se elevan, para luego
descender y formar pozas que invitan a disfrutar de un reconfortante baño
termal en medio de una naturaleza indómita.
LAGO CHUNGARÁ
En medio del Desierto de Atacama, calificado
como el más seco del mundo, a 4.800 metros de altura, bajo un cielo azul
majestuoso y a los pies de los elevados Payachatas surge uno de los más imponentes lugares de la
tierra, un espejo de agua color esmeralda de 21,5km²: el Lago Chungará. Este lago es
hábitat generoso para peces, aves, alpacas, vizcachas, guanacos y vicuñas y, en
lo alto del cielo, el cóndor y los rosados flamencos parecen encantarse mirando
su vuelo en límpidas aguas entre las nevadas cumbres de los volcanes Parinacota, Pomerape, Sajama y el
Guallatiri. Postales únicas que fascinan y que seguro serán difíciles de
olvidar.
DESIERTO
FLORIDO
Cuando
las lluvias caen sobre el desierto más árido del planeta ocurre el fenómeno más
maravilloso de la naturaleza: el desierto florido. El paisaje árido de la
región, entre Cuesta Pajonales
por el sur y el Parque Nacional Pan de Azúcar por el norte, se transforma en un
espectáculo único: un manto de color verde cubre la zona entre los meses de
julio y agosto, y una gama multicolor explora en septiembre, donde flores, insectos y otros animales
cubren grandes extensiones de la
Región de Atacama. Las lluvias hacen que pequeñas
semillas y bulbos que se han mantenido por años enterrados y en letargo, en la
inmensidad del desierto, germinen y crezcan ofreciendo un festín de vida.
CHILOÉ
Tras
cruzar el canal de Chacao en ferry, aparece la Isla Grande de Chiloé,
que forma parte del archipiélago del mismo nombre constituido por unas treinta
islas. En su geografía de suaves lomajes van apareciendo apacibles poblados,
con sus casas de madera de vivos colores. Muy pronto se percibe el encanto
genuino de sus habitantes, los chilotes, mezcla de los colonizadores españoles
y el pueblo huilliche, reconocidos por su hospitalidad. Las coloridas casas,
construidas en pilotes sobre el agua, los llamados "palafitos", son un
clásico de la isla. Como también lo son sus
iglesias, de madera y construidas entre los siglos XVIII y XIX, 16 de ellas
declaradas Patrimonio Mundial por la
UNESCO.
En cualquier caso, Chile es, sin lugar a dudas, un maravilloso mundo por descubrir
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